Este es un aporte de un amigo Jose más conocido como Phoenix.
ACRÍLICOS
La pintura acrílica es una aportación reciente a la paleta del artista, pero muy apreciada por los aerografistas. Es una pintura plástica, diseñada originalmente a prueba de agua para pinturas murales. Los acrílicos son solubles en agua, pero una vez secos, quedan totalmente impermeables. Secan rápidamente, a diferencia de los óleos. Si por un motivo especial conviene que se sequen más lentamente se les puede añadir un retardador. Son pinturas versátiles porque con ellas se pueden conseguir efectos opacos y transparentes. Se adhieren a casi cualquier superficie: lienzo, papel, acetato, plástico; son resistentes y duraderas y no amarillean con el tiempo. Se presentan en una gran variedad de colores; por ejemplo, Winsor & Newton tiene una gama de 33 colores además del blanco. Se pueden emplear sobre muchas superficies y para muchos fines; para pintar sobre cartón, papel o lienzo, para hacer decorados y para ilustraciones precisas sobre acetato. Su consistencia y flexibilidad los hace muy adecuados para pulverizar sobre telas, aunque no son tan permanentes como los colores especiales para tejidos. Los acrílicos se pueden emplear siempre que se necesite un acabado a prueba de agua.
COMO PINTAR CON ACRÍLICOS
Existen dos tipos de pintura acrílica; la fluida o de baja viscosidad y la normal o de alta viscosidad. Para utilizarlas con el aerógrafo, cada una de ellas exige una dilución diferente. Para las fluidas, prepare una mezcla de agua y medio acrílico en proporción del 50/50 (el medio acrílico puede ser brillante, mate o vítreo). Mézclelo en la misma proporción con la pintura acrílica de fórmula fluida. El medio acrílico añade elasticidad a la pintura acrílica. Si emplea acrílicos diluidos sólo con agua y pinta una imagen a base de capas finas sobre una superficie flexible, la pintura se puede desprender. Con acrílicos de fórmula normal, prepare la misma solución que con los de fórmula baja y añada una décima parte de diluyente acrílico. Esto contrarresta el inhibidor del fluido incluido en la composición de los acrílicos de fórmula normal y da consistencia de mantequilla
Fijativos
Cuando la pintura acrílica está totalmente seca, 24 horas después por lo menos de la última rociada aplique una capa de barniz por toda la superficie para protegerla.
Sugerencias para la limpieza Con los acrílicos hay que tener un poco más de cuidado que con cualquier otro medio de base acuosa; su secado rápido y su consistencia viscosa pueden atascar la aguja y la boquilla del aerógrafo casi en un segundo. Un consejo útil es que entre cada cambio de color enjuague el aerógrafo con limpiador de aerógrafo o de pluma técnica y quite la aguja. Otro consejo práctico es desmontar el mango posterior para así tener un fácil acceso a la aguja y disponer de un cacharro lleno de agua a lado. Sumerja el aerógrafo en el agua cada vez que cambie de color, procurando que penetre bien, tapando la punta y presionando la palanca hacia abajo para que entre aire. Esto arrancará cualquier residuo de pintura y lo devolverá al depósito de color. Si el acrílico se seca dentro del aerógrafo, deje que lo haga por completo. Entonces desenrosque la tapa de aire e intente eliminar la pintura de una sola pieza con unas pinzas. Desmonte la aguja con cierta frecuencia para limpiar los restos de pintura. Vuelva a colocarla y muévala con cuidado de delante a atrás.
Almacenamiento de acrílicos
Los acrílicos se pueden conservar premezclados en recipientes herméticos, dentro del refrigerador. Cuando se vayan a utilizar, quite la película que se habrá formado en la parte superior, vuelva a cerrar el recipiente y agítelo antes de usar, para mezclar bien.
Entorno de trabajo
Conviene disponer de un extractor de aire y utilizar mascarilla. Algunos de los pigmentos que componen las pinturas acrílicas son tóxicos, y respirarlos no resultará nada beneficioso